domingo, 17 de enero de 2016

Las Grandes Águilas

¿Qué eran las Grandes Águilas?



Es posible que alguna vez nos hayamos preguntado qué son las Grandes Águilas. ¿Cómo podían hablar si eran animales? Y si no lo eran, ¿pertenecían al grupo de los Maiar?

En El Señor de los Anillos publicado podemos encontrar el siguiente texto:

“Así ocurrió que una noche de luna, ya terminado el verano, Gwaihir el Señor de los Vientos, la más rápida de las Grandes Águilas, llegó de pronto a Orthanc; y me encontró de pie en la cima de la torre. Le hablé entonces y me llevó por los aires, antes que Saruman se diera cuenta. Yo ya estaba lejos cuando los lobos y los orcos salieron por las puertas de Isengard en mi persecución.
‘¿Hasta dónde puedes llevarme?’, le pregunté a Gwaihir.
‘Muchas leguas -me dijo-, pero no hasta el fin de la tierra. Me enviaron para llevar noticias y no cargas.’
 ‘Entonces tendré que conseguir un caballo en tierra -dije-, y un caballo de veras rápido, pues nunca en mi vida tuve tanta prisa.’
‘Si es así te llevaré a Edoras, donde reside el Señor de Rohan -me dijo-, pues no está muy lejos.’”
            El Concilio de Elrond, La Comunidad del Anillo, p. 309-310

No cabe duda que Gwaihir, y por extensión las Grandes Águilas, tenían la capacidad del habla. ¿Pero eso implica necesariamente la posesión de un espíritu o algún signo de inteligencia? Por otra parte, es lógico pensar en una naturaleza Maia, al fin y al cabo, eran seres muy poderosos, y el mismo Tolkien así lo expresó:

"Sin embargo, Manwë envió espíritus Maia en forma de Águilas para que moraran cerca de Thangorodrim, y vigilaran todo lo que hacía Melkor y ayudaran a los Noldor en casos extremos."
Los Anales de Aman. El Anillo de Morgoth. p. 164

            Esta fue una nota apresurada que Tolkien garabateó en el texto mecanografiado de Los Anales de Aman (AAm), cuya fecha de escritura aproximada es hacia finales de 1958 (ver p. 168 de El Anillo de Morgoth). Aunque no cabe duda de que Tolkien afirmaba en esa nota que las Grandes Águilas eran Maiar, Christopher Tolkien nos remite a un texto posterior sobre este asunto.

            En uno de los escritos en los que Tolkien reflexionaba acerca de su mitología o legendarium, que surgieron tras las revisiones del Quenta Silmarillion y Los Anales de Aman (AAm), se dice lo siguiente:

¿Qué pasa con las bestias y aves que piensan y hablan? Se han adoptado, más bien a la ligera, de otras mitologías menos ‘serias’, pero tienen un papel que no puede suprimirse. Se trata de verdaderas ‘excepciones’ y no se utilizan con frecuencia, pero lo suficiente como para mostrar que constituyen una característica conocida del mundo. Todas las criaturas las aceptan como naturales, cuando no como habituales.
            No obstante, las verdaderas criaturas ‘racionales’, los ‘pueblos parlantes’, son todos de forma humana / humanoide. Solo los Valar y los Maiar son inteligencias que pueden asumir formas de Arda a voluntad. Huan y Sorontar podrían ser Maiar, emisarios de Manwë. Pero por desgracia en El Señor de los Anillos se dice que Gwaehir y Landroval son descendientes de Sorontar."
                                      Texto VIII La Transformación de los Mitos (año 1959). El Anillo de Morgoth. p. 466

Cabría mencionar que este texto, titulado Orcos, surge como respuesta a una frase que Tolkien escribió en el texto mecanografiado de AAm junto al relato del origen de los Orcos. A Tolkien no le convencía la naturaleza élfica de los Orcos e “intentaba” darle otro origen.

En el primer párrafo del texto, Tolkien admite la posibilidad que un animal podría hablar de manera excepcional, pero el inicio del segundo párrafo excluye a las Grandes Águilas al comenzar con un No obstante (Sin embargo / A pesar de eso) los ‘pueblos parlantes’, son todos de forma humana / humanoide. Al decir que un animal podría tener la capacidad de hablar pero que estas criaturas serían de forma humana, abría la posibilidad a que los Orcos pudieran ser animales parlantes, pero cerraba la puerta a que las Grandes Águilas pudieran serlo, pues no tenían forma humanoide. Por ese motivo, a continuación habla de los Valar, Maiar y Sorontar (nombre quenya de Thorondor), como en un intento de darle un origen a este último. Origen Maia que tampoco puede dar porque recuerda, con cierto pesar, que en El Señor de los Anillos se dice que Thorondor tuvo descendencia.

"Y vieron venir a Gwaihir el Señor de los Vientos, y a su hermano Landroval, las más grandes de todas las Águilas del Norte, los descendientes más poderosos del viejo Thorondor, aquel que en los tiempos en que la Tierra Media era joven, construía sus nidos en los picos inaccesibles de las Montañas Circundantes."
El Campo de Cormallen, El Retorno del Rey, p. 258

En efecto, los Maiar no tenían hijos, no por un impedimento físico, sino moral. Para más dudas consultar el artículo correspondiente a La Reproducción de los Ainur. Pero en pocas palabras podríamos decir que, en su condición de seres angélicos, los Valar y los Maiar no hacían cosas mundanas o terrenales como engendrar o concebir, pues lo alejarían de su condición “divina”. Sólo Melian fue la excepción a esto. Y, por supuesto, aquellos Maiar corrompidos que no tenían reparos en utilizar su cuerpo para extender su poder. De este modo, Tolkien deja en suspenso el origen de las Grandes Águilas. Pero en este mismo texto que estamos analizando, unos cuantos párrafos más adelante, rectifica ligeramente y dice lo que sigue:

"En resumen: creo que debe asumirse que el ‘habla’ no constituye necesariamente un signo de la posesión de un ‘alma racional’ o fëa...
Lo mismo se puede decir de Húan y las Águilas: los Valar les enseñaron a hablar y los elevaron a un nivel superior, pero seguían sin tener fëar."
                                             Texto VIII La Transformación de los Mitos (año 1959). El Anillo de Morgoth. p. 467

            La conclusión de este texto, que data de 1959 aproximadamente, es que las Águilas serían animales a los que los Valar enseñaron a hablar. ¿Pero, es esto lo último que Tolkien escribió sobre este asunto? Habrá quien se pregunte ¿y la cita de El Silmarillion? 

            Así es, falta la cita de El Silmarillion publicado, que al ser un compendio de los textos recogidos por Christopher Tolkien, conviene consultar el texto original escrito por su padre y, al mismo tiempo, conocer su fecha de escritura. El motivo por el que lo transcribo ahora y no antes, es porque es contemporáneo a todos los textos de este artículo, que han sido expuestos de forma cronológica.

"Y entonces Manwë despertó y fue al encuentro de Yavanna en Ezellohar, y se sentó junto a ella bajo los Dos Árboles. Y Manwë dijo: -Oh, Kementári, Eru ha hablado diciendo: ‘¿Supone, pues, alguno de los Valar que no escuché toda la Canción, aun el mínimo sonido de la mínima voz? ¡Oíd! Cuando los Hijos despierten, el pensamiento de Yavanna despertará también, y convocará espíritus venidos de lejos, e irán entre los kelvar y las olvar, y algunos se albergarán en ellos, y serán tenidos en reverencia, y su justa cólera será temida. Por un tiempo: mientras los Primeros Nacidos tengan dominio y los Segundos sean jóvenes.’ Pero ¿no recuerdas, Kementári, que tu canto no siempre estuvo solo? ¿No se encontraron tu pensamiento y el mío y remontamos el vuelo juntos como los grandes pájaros que se elevan sobre las nubes? Eso también advendrá por obra de la atenta mirada de Ilúvatar, y antes que los Hijos despierten, aparecerán las Águilas de los Señores de Occidente, con alas parecidas al viento.
            Se complació entonces Yavanna y se puso de pie tendiendo los brazos a los cielos, y dijo: -Altos crecerán los árboles de Kementári: ¡que las Águilas del Rey moren en ellos!"
De Aulë y Yavanna, El Silmarillion, p. 57-58

kelvar: animales, todas las criaturas vivientes que se mueven.
olvar: plantas, cosas que crecen con sus raíces en la tierra.

            Este pasaje de El Silmarillion publicado tiene origen en un texto mecanografiado que Christopher Tolkien fecha posterior a 1959 (La Guerra de las Joyas p. 396) y cuya idea seguía vigente en 1963, de acuerdo a una carta de esa fecha.

            “Pero algunos (Galadriel) eran [de la] opinión de que cuando Yavanna descubrió la misericordia de Eru para con Aüle en relación a la cuestión de los Enanos, le rogó a Eru (por la mediación de Manwë) que diera vida a cosas hechas de criaturas vivientes que no fueran de piedra, y que los Ents eran almas enviadas para habitar en los árboles o que lentamente fueron cobrando parecido con los árboles por causa del amor innato que sentían por ellos.”
Carta nº 249. Septiembre de 1963. Cartas Tolkien, p. 389

            Como dice Christopher Tolkien, el parecido entre el texto anterior que se publicó en El Silmarillion y la carta de 1963 es bastante evidente (La Guerra de las Joyas p. 398). Por tanto, podemos concluir que la última opinión de Tolkien al respecto fue que las Grandes Águilas eran animales (kelvar) habitados por espíritus venidos de lejos.


ACTUALIZACIÓN MAYO 2022

            La publicación del libro La Naturaleza de la Tierra Media nos descubre algunos textos inéditos de Tolkien. En uno de ellos, escrito en su último año de vida, hablando de los mensajeros de Manwë, decía:

            Los más notables eran los Maiar que asumieron la forma de grandes águilas hablantes, de las que hemos oído hablar en las leyendas de la guerra de los Noldor contra Melkor, y que permanecieron en el Oeste de la Tierra Media hasta la caída de Sauron y el Dominio de los Hombres, después de lo cual desaparecieron sin dejar rastro.”
La Prohibición de Manwë (1972). La Naturaleza de la Tierra Media. p.334

            ¿Qué quiere decir esto? ¿Es que Tolkien aceptó que los Maiar incorruptos podían tener hijos? ¿o es que simplemente se olvidó de que en El Señor de los Anillos se dice que Gwaehir y Landroval son descendientes de Sorontar?       

            Me temo que no podemos saber la respuesta. Tal vez lo normal sería aceptar un cambio de opinión de Tolkien más que un olvido o un error, pero es tan importante en el legendarium que los Maiar incorruptos no tuvieran hijos que cuesta creer que este cambio no se explique adecuadamente. En el Ósanwe-kenta (1959-1960) se dice sobre el engendrar o concebir de los espíritus no encarnados (p.e. Valar o Maiar) que “El único caso que se conoce en las historias de los Eldar es el de Melian que se convirtió en la esposa del Rey Thingol” (La Naturaleza de la Tierra Media. p.224). Es el mismo principio el que hace que Tolkien descarte la naturaleza maiar de las Águilas, pues estas tuvieron descendencia, en el texto sobre los Orcos.

            Sin duda, este texto de las Águilas como Maiar, contradice lo escrito por Tolkien en un par de ensayos y la que parecía la solución a este enigma del texto posterior a 1959 y la carta de 1963, donde eran espíritus enviados que habitaban en águilas.